jueves, 16 de enero de 2014
Todas mis plazas tienen mesas de ajedrez
¿Querés que te cuente tu historia¿ Me la acuerdo muy bien. Venías caminando solo y yo pensé Qué curioso individuo. Tenías el sacón, pero no era eso lo llamativo. Era tu sombrero. La gente no suele andar de sombrero estos días. Un hermoso sombrero con alas. Desee que vinieras con ese sombrero inmediatamente. Caminabas como sin rumbo, pensativo o triste, posiblemente las dos cosas. Nunca habías visto mi plaza, seguramente, y te atrajeron las mesas de ajedrez. A la gente pensativa le atraen. Y también a algunos viejos. Cruzaste la calle directamente hacia las mesas. Y ahí debes haber visto lo primero que te llamó la atención. Mi viejo jugador eternizado, sentado tan firme a media sonrisa, con la cara en una mano. Qué extraña estatua, habrás pensado, porque diste un rodeo y seguiste caminando. Después viste al nene haciendo pis en la fuente. Tal vez ni lo notaste casi, por el agua que le cae para siempre como lluvia. Por un lado es hermoso, pero un poco irreverente, meando en mi fuente. Si al principio lo hice como castigo, debo admitir que ahora es su venganza. Lo esquivo. Después viste a los amantes entre las flores, siempre a punto de darse un beso. Otra pequeña equivocación, ahora me pone nervioso mirarlos. Debí haber esperado un poco. Y más allá la más hermosa de todas. Mi propia sabina, trepando a un árbol, su padre y su hermano enlazados a sus piernas mientras la alzan para que alcance una pelota. Esa fue sin duda la que más te sorprendió. Ahí vi que estabas asustado. Empezaste a caminar rápido. ¿Qué locura sería esta¿ ¿ Qué crueldad¿ Ya te estabas yendo, era una pena, te faltó ver tantas. Y entonces el viento te voló el sombrero, lo tuviste que correr un poco plaza adentro. Te vi levantarlo, sacudirle la copa y elegí el momento cuando lo diste vuelta entre tus manos para inmortalizarte. Hermoso bebedero, de veras. ¿O no estás contento con todos los pájaros que te visitan¿
precipitado
nos estamos precipitando, nos precipitamos como toda precipitación, nos precipitamos al vacío, que también no(s) está un poco alrededor y nos hace perdernos sentido, como la precipitación, al tanto repetirla nos desaforamos, estamos desaforados nos desanudamos, de noche, nos desnudamos, en una desaforada precipitación al vacío desaforada sin foros sin forros desaforrada y precipitada de precipicios, sin finales y sin principios banales, vacíos nos somos vacíos y precipitados porque estamos desaforados y desnudos y escondidos
Suscribirse a:
Entradas (Atom)