Teniendo siempre la rienda bien corta
Para que no se encabrite el caballo,
la yegua de la noche que amenaza
despierta a los bordes de la cama.
Tengo miedo.
Ruego, nada más, no se desboque
Mientras llega la noche a la casa
(la rutina de día simula tenerla a raya.)
Tengo miedo y no sé si el miedo
es locura o la desata.
YE, yeguas de la noche
Quédense a los bordes
de la cama y el sueño.
Ya no hay calma.
La casa está deshabitada.
NO, no te desboques
yegua
de la noche,
NO
me lleves
a un lugar desconocido
No te encabrites, NO
no me dejes
lejos de la calle.
Tirada
miércoles, 12 de agosto de 2015
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