miércoles, 11 de diciembre de 2013

Ubicuidad del crimen 2 (saqueos)

Intencionalmente o no, la simbiosis a la que llegó la relación entre “acuartelamientos” policiales -que son en verdad paros y movilizaciones por aumento de sueldos- y los saqueos a comercios nos dejó con la sensación -y la expresión directa también- de que la policía salió a saquear. Lo llamativo, en todo caso, es la relación de inmediatez entre uno y otro suceso. La inmediatez entre que no haya policía “en la calle” y que un grupo más o menos grande o total de gente salga a lo que comúnmente se conoce como robar. Hablando de sensaciones, da la sensación de encontrarnos otra vez con lo mismo que sucede con las cámaras de seguridad: si no hay presencia policial, vigilancia, lo que sea, mejor ni salir a la calle porque la ciudad se transforma en una hecatombe de robos, tironeos, e incluso tiroteos; el territorio libre de los criminales. “La zona liberada”. Esos que están al acecho en cada esquina esperando que la policía no esté para cometer cualquier tipo de exabruptos. La gente teme por sus vidas, no solo por su propiedad. Y se da el caso absurdo, y gracioso, de que los habitantes decidimos abandonar el uso de nuestra propia ciudad porque nos sentimos amenazados por un horda de gente que tiene menos que nosotros y está dispuesta a tomar lo que no tiene; o la más graciosa variable de habitantes que creemos que tenemos más que el resto y por eso vivimos en una posición terriblemente frágil, vìctimas potenciales y constantes de un “saqueo” latente. Si son por hambre o no hambre, esa no es la cuestión. La cuestión es que por miedo dejamos nuestra vida cotidiana que, aparentemente, solo existe como tal gracias a la presencia policial. ¿Vivíamos en una distopía policíaca de Bradbury y no nos habíamos dado cuenta? ¿Si no hay policía, nos tenemos que atrincherar detrás de -todos lo sabemos- debilísimas puertas pentágono a rogar que nadie nos haga nada hasta que vuelva la policía y podamos volver a transitar nuestra ciudad como si siempre hubiese sido eso: nuestra? Dejemos de lado el hecho conocido de que una enorme cantidad de la población de todas las clases sociales se la pasa diciendo, y regodeándose de decirlo, “yuta hija de puta” y haciéndose la anti sistema (algunos jurarán ser de izquierda) tirándole piedrazos cuando se la tienen que bancar enfrente de un edificio público, para acusarlos después de golpistas porque se acuartelan para exigir un sueldo de 8.500 (¡!) pesos a cambio de arriesgarse a recibir un balazo, de cana o de civil, en actividad o de franco; porque los mismo “yutajadeputa” no se animan a salir de casa cuando no hay nadie defendiéndolos de “eso otro” . Dejando de lado eso, resulta que otra vez comprobamos que es una ciudad sin crimen, más bien una gran masa indiscernible con breves cortes de cámaras…y policías. Temor demencial.

3 comentarios:

  1. Respuestas
    1. entendi bien? es un discurso pro yuta en medio de un levantamiento de las fuerzas de seguridad de la nacion en contra de la seguridad de la nacion?

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    2. no, no entendiste bien. pero cuando hablas de ese concepto peligroso y vago de "seguridad de la nacion" te acercas un poco mas

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