1:-¿Y la conociste?
2:-No, no
1:-¿No la viste...?
2:-NO
1:-¿Querés...?
2:-Dejá, dejá de querer que la vea. Ya contuve el ladrillazo, ya contuve la sangre de la trincheta...
1:-...
2:-Me da miedo, no quiero volver ahí.
1:-Es que si la ves, si ves que es como todos, cualquiera, vas a dejar de imaginar...
2:-Ya no hay imaginación.
2:-Hola.
1:-Ella, ella es.
2:-¿Quién? ¿La qué ocupa el lugar, o la qué lo usurpa, o la única que se quedó?
3:-Soy yo. Nada más.
2:-No. Sos yo también. Sos mis atributos, te quedaste mis atributos. Yo soy.
3:-Igual siempre hay un fin.
2:-¿Y cuál es tu fin? ¿El fin de tus predicados?
3:- Vos, amante.
2:-¿Yo amante? Amo es lo primero que me quedé sin. Yo amante, sí. Lo único real.
martes, 8 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario