Mientras a mí los terrores me distraían, vos hacías una casa. Yo no me animaba ni a asomarme a la puerta. Más me distraían, menos tiempo me quedaba. Me distraía el viento que burlaba la ventana, un fantasma que flotaba en el pasillo, la oscuridad en el patio, la madera hinchándose y contrayéndose. Mientras más me distraían, se hacía de noche más temprano y ya casi no amanecía. Si quería trabajar, se metían en los cuadernos y los escribían. Si quería, se metían en la cama y entre las manos cuando me desnudaba. Vos te mudaste y me distraje con los terrores que se metían en las cajas. Mientras te vas, yo tengo miedo de que mañana, mañana no amanezca.
domingo, 27 de mayo de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario